Hace poco más de un año participé en un concurso
montado desde el blog "Kame House" para crear un personaje para el
tercer tomo de "Dos Espadas"de Kenny Ruiz, tal y como expliqué aquí.
Pues bien, por fin está a la venta el tebeo en
cuestión y esta es la portada:
Según he podido ver aparte de los ganadores
muchos de los personajes creados por los concursantes, y es que el concurso fue
todo un éxito, participando cerca de 90 dibujantes, tanto aficionados a profesionales, así que hay
personajes para montar un ejército.
Bueno, al lío; el caso es que hace unos meses decidí a hacer otra ilustración del personaje que
envié en su día. Se me olvidaba comentar
que junto con la ilustración había que acompañar un texto explicando la
historia del personaje y qué tipo de esgrima practicaban. Dado que el mundo de
Cira es un rebumbio de distintas épocas de la historia europea, daba pie a toda
clase de personajes y biografías algunas realmente divertidas y delirantes. Este
es el trasfondo que escribí para mi personaje:
"Procedente de más allá de las
columnas de Hércules, fuera de los límites del imperio, llega Hautacuperche, un
humilde cabrero de la isla de la Gomera, una pequeña isla surcada de profundos
barrancos y acantilados cortados a pico. Nacido en el cantón de Ipalán, vive
sus primeros años como los demás jóvenes de su aldea, dedicado al duro oficio
de pastoreo, desplazándose entre las peligrosas cumbres y cuidándose de los
perros salvajes que atacan el ganado, pero soñando con ser uno de
los guerreros sagrados. Por ello, desde niño se entrena duramente en las
disciplinas castrenses de su pueblo, como el arte de esquiva de
proyectiles, lanzamiento de piedras o la lucha con el banot.
Siendo adolescente, es capturado
por uno de los barcos corsarios que rapiñan habitualmente la costa y llevado al
mercado de esclavos de Hispalis en el sur de Hispania, donde fue vendido
a un tratante de vinos de la zona, entrando a servir como mozo de cuadra. En
secreto, continúa entrenando y finalmente trata de huir y es capturado. En
castigo (tras la pertinente paliza) es vendido a unos feriantes, que lo exhiben
como atracción, por su aspecto de salvaje, retando al público a que le lancen
piedras, que éste esquiva sin mover los pies de su sito, tal y como aprendió en
sus entrenamientos. Pero nuevamente, su carácter indómito le lleva a rebelarse
y siguiendo la costumbre de su pueblo intenta quitarse la vida. No teniendo un
buen barranco a mano, se niega a comer, dispuesto a morir de inanición, hasta
que es comprado por un noble, que impresionado por el joven aborigen y su
historia se interesa por él y lo pone a su servicio Pasa a ser propiedad
de Arias (pues así se llama el noble) lo que le dará su apellido “civilizado”
“de Arias” o “Darias”. Pasados unos años Arias le concede la manumisión,
haciendo honor a su palabra. A veces, hay gente así.
Una vez liberado, solo tiene una
obsesión: regresar a su tierra; con esa idea fija en la mente se presenta al
campeonato esperando ganar tal favor del mismísimo emperador, si hiciera falta.
En tierras lusitanas trata con
pastores, al ser conocedor del oficio, donde aprende sus técnicas de lucha con
cayado, que combina con las mayas tradicionales de su pueblo, desarrollando una
modalidad de lucha con la lanza o garrote.
El garrote canario o hastia,
lanza lata o garrote, se compone de una vara del largo del luchador, hecha con
madera muy dura (tejo, barbuzano o palo blanco), cortado cuando la luna está en
cuartos menguante y endurecido aún más al fuego, y rematado por un cuerno de
cabra, que Hautacuperche ha cambiado por un regatón de metal.
Se utiliza aferrando el hasta con
ambas manos en enfrentadas, pudiendo ejecutar mañas de golpes semicirculares,
bloqueos y desvíos, salto de pértiga para huir o atacar lanzando una patada
impulsando todo el cuerpo, enganche de piernas y brazos del oponente, así como
ataques en punta, muy útiles para atacar las junturas de las armaduras, como ha
descubierto más de un contrincante que ha subestimado esta arma, dándose
cuenta tarde de su error.
Al ser de madera se puede emplear
con extraordinaria rapidez, lo que unido a la agilidad y resistencia
física de Hautacuperche se convierte en un arma terrible. Pero no es la única
arma que emplea: a mano siempre lleva su buena provisión de toniques que es
capaz de lanzar con mortal precisión".
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